El lienzo ideal sería flexible pero inextensible (que vuelve siempre a su posición original). Tendría una gran duración y resistencia al paso del tiempo. Una pequeña absorción de humedad. Y que proporcione una buena adhesión a la pintura. En este breve artículo, nos gustaría transmitir la enorme cantidad de factores que hay que considerar para fabricar un lienzo de buena calidad. El conocimiento de todos ellos está fuera del alcance de la mayor parte de los artistas y de los aficionados a la pintura. Y sólo unos pocos fabricantes a nivel mundial son capaces de alcanzar la excelencia en la fabricación. El primer factor sería el tipo de fibra utilizada. Históricamente se ha considerado al lino como la fibra con más calidad para la pintura artística. Y es verdad si comparamos linos con algodones ligeros y de baja calidad. El problema está en que existen en el mercado lienzos de algodón de muy baja calidad, fibra corta y muy poca densidad. Y sí, estos lienzos fabricados para tener un producto muy barato son también de una calidad muy baja. Se deforman, se destensan y se rompen y se empapan con la pintura. La diferencia de calidad no es tan evidente cuando el fabricante del lienzo ha elegido cuidadosamente la procedencia del hilo de algodón, cuando la densidad de la tela es más alta y la teje con el patrón y la tensión adecuados. Por último, el poliéster y otras fibras artificiales tienen propiedades que no poseen ni el algodón ni el lino. Son muy duraderos y muy estables a la deformación.